Gafas, Gafas de sol, Gafas graduadas
¿Quieres saber si tienes gafas de calidad?
¡Ha llegado el momento de comprarte unas gafas! Quizá te harás con ellas por primera vez, o puede que solo necesites renovarlas. Sea como sea, lo que sí es imprescindible es que sean gafas de calidad. Sucede especialmente con las de sol: las que son imitaciones dañan tu vista. Y, si nos fijamos en las lentes graduadas, hay que tener en cuenta que unas que no son tan buenas como deberían pueden producir molestias. ¡Vamos a comprender por qué y aprender a encontrar unos cristales de calidad!
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Esto es lo que sucede si usas gafas de calidad dudosa
Cuando hablamos de gafas de calidad no nos referimos solo a los cristales, aunque son la parte más relevante de todo el conjunto. La montura también debe adaptarse a lo que buscas. Un armazón pésimo quizá tenga unas almohadillas nasales poco cómodas. Tal vez las patillas te aprietan demasiado porque están mal ajustadas o sientes que el peso de la gafa no está bien distribuido.
En cuanto a los cristales, usar unos sin homologar o que no hayan tenido un tratamiento adecuado puede repercutir en tu salud visual. Quizá no te permitan calcular bien las distancias e incluso te provoquen dolores de cabeza, lagrimeo o dificultades para concentrarte. Tal vez no corrigen bien el defecto que necesitas tratar, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo. En ese caso, también se debería de revisar la graduación. Eso sí, de forma general, no vas a encontrar este tipo de gafas de mala calidad en centros ópticos especializados.
Así son unas gafas de calidad
¡Todas las gafas parecen buenas! Y sí, la mayoría suelen ser gafas de calidad. Sin embargo, hay lugares que ofrecen lentes que en realidad sirven para salir del paso. Además, dependiendo de la receta de la graduación y de tus necesidades individuales, puedes fijarte en los siguientes aspectos para que tus anteojos sean aún mejores.
Procura fijarte en los materiales de la montura
Ya te habrás dado cuenta de que en la actualidad existen una gran cantidad de monturas, con distintas formas y colores. También hay diversos materiales que se usan para fabricarlas. Para distinguir una buena montura, cuando te la pruebes, tiene que resultarte cómoda y no apretar demasiado. De esta forma, no te producirá dolor.
Además, el material debe cumplir con tus expectativas: ser resistente, ligero, sin imperfecciones… Estos son los que más habitualmente se usan para confeccionar gafas de calidad que protejan tus ojos:
- Acetato: suelen ser las gafas más populares. El acetato es un material que produce brillo, transparencia, es resistente y además, hipoalergénico.
- Titanio: la propiedad más relevante del titanio es su resistencia. También destaca por su ligereza. Las gafas con estas monturas suelen ser de corte fino.
- Metal: las gafas de metal tampoco resultan pesadas, porque tienden a ser finas y pequeñas, aunque también resistentes y duraderas.
Unos buenos cristales: el corazón de la gafa
Los cristales, la parte central de tu herramienta de visión. Además de saber el tipo de defecto que corrigen y de qué material serán, puedes prestar atención a estos puntos para identificar si son gafas de calidad:
- El tratamiento en los cristales: una gafa de calidad no es solo aquella que satisface tus necesidades de salud visual. Sino que también está hecha para durar. Por eso, incluir tratamientos de endurecimiento es de gran ayuda para mantener el cristal intacto. No te olvides de los filtros antirreflejantes y de luz azul.
- Los sellos de calidad: es imprescindible que puedas ver estas marcas en tus nuevas gafas. Aseguran que cumplen con los estándares de calidad. En el caso de las que se fabrican en la Unión Europea, el sello debe ser CE.
- Que preferiblemente sean orgánicos: estos son los que provienen de elementos naturales. Suelen ser los más ligeros y resistentes.
Y, sobre todo, ¡sigue las recomendaciones del óptico-optometrista profesional que te atienda en tu óptica de confianza!
¿Las gafas premontadas son una buena solución?
Seguro que en algunas farmacias, quioscos de prensa o centros comerciales habrás visto gafas ya listas para venderse. Tienen una graduación estandarizada y un precio más bajo que las personalizadas. Preferiblemente, decántate por gafas de calidad que puedes encontrar en las ópticas. Porque las conocidas como premontadas se construyen con materiales y lentes de aumento de poca calidad. Y, cuando piensas en hacerte con ellas, no te pueden asesorar de manera individualizada.
Este tipo de gafas suelen actuar como lupas que pueden venirte bien en un imprevisto, en un momento determinado. Por ejemplo, cuando te dejas tus gafas habituales en casa. Sin embargo, su uso prolongado no se recomienda en el largo plazo, pues pueden provocar alteraciones en la vista.
Evita comprar imitaciones de gafas de sol
Hoy en día, muchas gafas de sol se compran en lugares con pocos controles y estándares de calidad. Resulta alarmante. Porque si los cristales no poseen los filtros adecuados, estas gafas simplemente producen sombra en el ojo, dilatando la pupila. De esta forma, la retina recibe más cantidad de luz.
Sin contar con protección UV, con los filtros adecuados, o si no se trata de unas gafas polarizadas, esto puede resultar perjudicial. Por eso, debes fijarte en los sellos de calidad ya mencionados. Además, si se especifica que se hace referencia a la normativa UNE-EN ISO 12312-1:2022, mejor.
Protege tu vista con unas buenas gafas de calidad
Ya lo has visto: tus gafas son mucho más que un accesorio. Son una herramienta fundamental para tu salud visual y tu calidad de vida. Invertir en unas gafas de calidad no es un lujo, es una necesidad. Así que, cuando necesites unas gafas, acude a un óptico-optometrista profesional. De esta forma, podrá guiarte y atender a tus necesidades específicas. En Ópticas Florida estaremos encantados de ayudarte a encontrar tus gafas perfectas. ¡Te esperamos en tu centro más cercano!