Sequedad ocular y lágrimas artificiales

sequedad ocular

La sequedad ocular se puede definir como un trastorno causado por alteraciones tanto en la cantidad de lágrimas que produce el ojo así como la calidad de la misma.

El parpadeo tiene una función importante para prevenir la sequedad ocular, así como para la limpieza de los residuos incrustados en la película lagrimal. Conociendo las características de la película lagrimal La película lagrimal consta de tres capas diferenciadas:

  1. Capa externa. También denominada lipídica. Contiene componentes como ácidos grasos o colesterol, que sirven para aumentar la lubricación del ojo y evitar la evaporación de dicha película lagrimal.
  2. Capa intermedia. También conocida como acuosa. Contiene numerosos nutrientes esenciales para el mantenimiento de la superficie del ojo. Fundamentalmente está formada por agua junto con otros componentes como magnesio, sodio o calcio.
  3. Capa interna. También denominada `capa de mucinas`. Como su propio nombre indica, está formada por mucinas, además de ácido sicílico y hialurónico. Estas mucinas forman un componente que protege la superficie ocular y proporciona un entorno favorable para una buena visión.

¿Qué funciones tiene el parpadeo?

Este mecanismo se produce cuando el párpado superior baja y el inferior sube. Los párpados arrastran los residuos y empujan la película lagrimal, ésta reduce su grosor absorbiendo la energía del parpadeo.

Durante el transcurso de este movimiento (suele durar milésimas de segundo) la película lagrimal recupera su estructura y función sin causar daño alguno. El problema surge cuando la película lagrimal se evapora. Este hecho provoca que la capa acuosa del ojo se seque y la superficie ocular quede desprotegida y expuesta.

Tratamientos ante la sequedad ocular.

El primer aspecto a tener en cuenta para el tratamiento de la sequedad ocular es que debemos seguir un tratamiento recetado por un óptico-optometrista. Dicha terapia permitirá recuperar las condiciones de lubricación normales del ojo.

Las lágrimas artificiales proporcionan lubricación y protección. Ayudan a que el ph lagrimal se ajuste en valores naturales para el ojo. Su aplicación permite que la gota se aplique por toda la superficie ocular, sin provocar visión borrosa y ayudando a que se forme una capa protectora sobre la superficie ocular.

Si tienes sospechas de que padeces de ojo seco no dudes en consultar con nuestros especialistas. Estos te ofrecerán los mejores consejos optométricos para que tu salud visual sea excelente.

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